El día, para variar, hermoso, según Tronix parecemos Tristón y su amigo, pero en vez de llevar la nube gris con rayo encima de la cabeza, vamos con el sol abriendo camino, que coincidencia? … jajaja.
El día fue redondo, 7 minutos demora en cruzar la lanchita, que en esta oportunidad solo cruzó con nosotros, (5 lucas ida y welta).
Luego a Tronix le entró el poderoso y decidió que además almorzaríamos en el hotel … juas, 16 LUCASELMENU!!!!, weno, total, cuando más te darás este gusto?.
El menú fue de miedo, entrada de verduras varias bañada en una huifa de miel … rica, luego salmón con puré de coliflaguer en salsa de vino … exquisito!!!. Tronix pidió postre, patuíto, ensalada de fruta.
La Blandlot anda por estos lados, así que tiene a medio Puyuhuapi revolucionado, claro es que no se aguantó la envidia de vernos por acá aprovechando todo esto solos … jajaja. Nosotros en el Jimmy, ella en el Aquiles, que tal.
En el pueblo nos fuimos derechito al café Rossbach por el té con strudel, ese que el gringo mala clase no nos dejó ni la muestra ayer.
Este poblado tiene historia, se inició con colonos alemanes y aún quedan sus descendientes, uno de ellos el dueño de la fábrica de alfombras, otro es nieto y tiene el café que ya mencioné. Lo mejor de todo es que nos enteramos hoy al desayuno que la casona donde estamos alojando es la primera casa que construyeron estos colonos. Con razón está estratégicamente ubicada y es inmensa, se construyó entre los años 1946 al 1950. Tronix escribió una pequeña reseña de la historia del poblado, ya instalaré el link.
Me encantó Puyuhuapi, es hermoso, su vegetación, sus casas, su identidad, todo, es un lugar mágico.
La Sra. Ninoska ya nos llamá para cenar, mañana madrugamos para ver el ventisquero colgante y luego seguimos camino, después de este reponedor descanso, seguimos nuestra ruta.
Intentamos postear desde el café, pero tienen Internet vía teléfono y la velocidad es del tiempo de las cavernas, así que seguirán acumulándose los escritos hasta encontrar un tarro decente.